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¿Qué es el mulching?
El mulching o acolchado es una práctica muy sencilla y básica, a pesar de que por su nombre nos pueda parecer ‘complicado’. Simplemente se trata de cubrir el suelo alrededor de nuestros cultivos con una capa de restos de plantas y otros materiales de origen natural o mineral.
En el caso del césped es básicamente un método de corte que consiste en no recoger el césped cortado, dejando en el suelo los restos tras pasar el cortacésped.
El mulching puede ser de dos tipos: natural o mineral. En ambos casos existen diferentes variedades por lo que tendremos que encontrar la que mejor se adapte a nuestro suelo y a nuestras plantas. Sin embargo, nosotros vamos a centrarnos en el mulching orgánico pues, además de proteger el suelo, tiene propiedades similares al abono en verde cuando se descompone. Pueden ser materiales tan diversos como cortezas y astillas de madera, paja, restos de poda, de césped cortado, hojas secas, mulching de lino y cáñamo y/o de otras fibras vegetales…
5 ventajas del mulching orgánico para tu huerto, jardín o macetas.
Como hemos comentado al principio, el mulching es una técnica que ofrece diversos beneficios a nuestras plantas, en especial en su versión orgánica. ¡Veamos, por tanto, las principales ventajas que esta técnica puede aportar a las plantas de nuestros huertos, jardines y balcones!
1. Protege el suelo de la climatología. El motivo habitual para realizarlo es proteger las raíces de la climatología externa, tanto del frío como del calor, ya que esta capa de acolchado favorece el mantenimiento de una temperatura constante en el suelo. En verano, además, es importante para evitar la evaporación del suelo, actuando como un parasol. La presencia de esta capa evita las consecuencias que el sol, la lluvia o el viento pueden tener en el suelo como la erosión o la compresión, manteniéndolo aireado.
2. Optimiza el riego. Esta capa mejora la capacidad de retención de humedad del suelo, permitiendo, por tanto, el aprovechamiento y el ahorro del agua tanto de nuestros propios riegos como de la lluvia.
3. Fertiliza y mejora la actividad microbiana del suelo. Al estar formado mayoritariamente por elementos vegetales, se acaba descomponiendo y fertilizando de este modo la tierra. Además, esta descomposición mejora la actividad de los microorganismos que habitan el sustrato, haciendo nuestro suelo más rico en minerales, entre otras cosas.
4. Impide el crecimiento de malas hierbas. El grosor del acolchado no deja pasar la luz solar evitando así que crezcan estas hierbas que competirás con nuestros cultivos.
5. Es una acción medioambiental muy positiva. En definitiva, se trata de una técnica natural y respetuosa con el medio ambiente que nos ayuda a mantener nuestras plantas protegidas, ahorrando recursos como el agua, utilizando abonos ecológicos y ayudando a reducir la utilización de herbicidas químicos.